Angelito en la orilla
El amor...es mágico cuando anida en tu interior....dejalo crecer....
domingo, 29 de junio de 2008
Intento ...intento.....
que me cobijan y cuidan
como un cuenco.
Tener el color de tus ojos,
que intento tener la forma de tus manos
que me cobijan y cuidan
como un cuenco.
Tener el color de tus ojos,
que me iluminan
y fundirme junto a tu sombra
para ser dos
que solo son uno.
Me sueño a tu lado
despierta,...dormida
riendo, llorando....
hablando....diciéndote...
Que , te amo......
e iluminan
y fundirme junto a tu sombra
para ser dos
que solo son uno.
Me sueño a tu lado
despierta,...dormida
riendo, llorando....
hablando....diciéndote...
que, te amo......
sábado, 28 de junio de 2008
Parábola China ( Hermann Hesse )
Un anciano llamado Chunglang, que quiere decir «Maese La Roca», tenía una pequeña propiedad en la montaña. Sucedió cierto día que se le escapó uno de sus caballos y los vecinos se acercaron a manifestarle su condolencia.
Sin embargo el anciano replicó:
-¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!
Y hete aquí que varios días después el caballo regresó, y
traía consigo toda una manada de caballos cimarrones. De nuevo se presentaron los vecinos y lo felicitaron por su buena suerte.
Pero el viejo de la montaña les dijo:
-¡Quién sabe si eso ha sido un suceso afortunado!
Como tenían tantos caballos, el hijo del anciano se aficionó a montarlos, pero un día se cayó y se rompió una pierna. Otra vez los vecinos fueron a darle el pésame, y nuevamente les replicó el viejo:
-¡Quién sabe si eso ha sido una desgracia!
Al año siguiente se presentaron en la montaña los comisionados de «los Varas Largas». Reclutaban jóvenes fuertes para mensajeros del emperador y para llevar su litera. Al hijo del anciano, que todavía estaba impedido de la pierna, no se lo llevaron.
Chunglang sonreía.
HERMANN HESSE, (Alemania 1877 - 1962)
jueves, 26 de junio de 2008
"Requiém con tostadas". Mario Benedetti (Contemporáneo Uruguayo)
martes, 24 de junio de 2008
El artillero
El primer ministro de Israel tomó la decisión.
Su ministro de defensa la trasmitió.
El jefe de estado mayor explicó que iba a aplicar
quimioterapia contra los palestinos que eran un cáncer.
El general de brigada declaró el toque de queda.
El coronel ordenó el arrasamiento
de los caseríos y de los campos sembrados.
El comandante de división envió los tanques
y prohibió el ingreso de las ambulancias.
El capitán dictó la orden de fuego.
El teniente mandó que el artillero
disparara el primer misil.
Pero el artillero, ese artillero, no estaba.
Yigal Bronner, último eslabón en la cadena de mandos,
fue enviado a prisión por negarse a la matanza.
(Tomado del libro "Bocas del tiempo")
Eduardo Galeano, (Uruguayo, contemporáneo)