Tú mirabas el río,
la flor recién abierta,
El pequeño de los Boyeros morir ...
Yo miraba tus ojos.
¡Y ya eran mías todas estas cosas!
Y me iba preguntando:
¿Cómo es posible
que en esta cabecita de alfiler de tu pupila
quepa todo el baldío que es el mundo?
¿Cómo es posible? ... Y me iba preguntando ...
Pero volví los ojos hacia fuera,
rompiendo las amarras de los tuyos,
y al ver las vacas con ubres enormes
lentamente que rumian su tristeza,
umbrío y el olivar, y la alta torre
cimbreada por vientos rondadores,
Comprendi verlo sin que
prendido, desdoblado en tus pupilas,
mundo era, era un ático vacío terrible,
un polvoriento surco que nos va Consumiendo.
Y desde aquí me supe,
Abrazado a tus ojos para siempre,
era el que quererte más que una moneda
Lanzada al "Cara o cruz" del desearte.
JULIO MARISCAL
(España, 1922-1977)
Angelito en la orilla
El amor...es mágico cuando anida en tu interior....dejalo crecer....
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